Los precios internacionales del petróleo registraron su mayor avance semanal en tres años, impulsados por la escalada del conflicto entre Israel e Irán, lo que generó temor sobre una posible disrupción en el suministro global de crudo.
El West Texas Intermediate (WTI) cerró la semana en 72.98 dólares por barril, con un incremento de 13 por ciento, mientras que el Brent alcanzó los 74.56 dólares, acumulando una ganancia semanal de 12.61 por ciento. Estos niveles representan los más altos desde febrero de este año.
En el caso del WTI, se trató del mayor incremento semanal desde octubre de 2022, mientras que para el Brent fue el avance más pronunciado desde marzo del mismo año.
La tensión geopolítica creció tras el lanzamiento de cientos de misiles por parte de Irán en represalia por los ataques israelíes a sus instalaciones militares y nucleares en Teherán. La posibilidad de que el conflicto se extienda a otros países de la región elevó la percepción de riesgo entre los mercados.
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Base, a pesar de la fuerte volatilidad registrada, los precios del crudo se mantuvieron por debajo de los 85 dólares por barril. “No se rompió el nivel de 85 dólares en el precio del crudo, lo cual quiere decir que el mercado está sopesando que probablemente no va a escalar mucho esta guerra, o bien EU pudiera proveer más petróleo y la oferta de petróleo no se vería tan afectada”, declaró Siller a El Financiero Bloomberg.
Hammad Husain, economista de materias primas para Capital Economics, consideró que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) jugará un papel determinante para moderar el comportamiento del mercado. “La OPEP será el actor clave a tener en cuenta, dado que el grupo cuenta con amplia capacidad disponible para compensar un impacto en el suministro de petróleo y limitar el riesgo alcista de los precios globales si así lo desea”, afirmó.
Analistas de ATFX señalaron que, si bien la infraestructura petrolera iraní no fue atacada directamente, el episodio representa un incremento en el riesgo geopolítico, en particular por la cercanía de la presencia militar iraní con el Estrecho de Ormuz, paso estratégico por donde transita una parte significativa del crudo mundial.
Por su parte, expertos de Monex recordaron que Irán representa alrededor del 13.0 por ciento de la producción total de la OPEP, por lo que un eventual ataque a sus instalaciones podría afectar gravemente la oferta global.
Peso se aprecia pese a volatilidad
A pesar del clima de incertidumbre internacional, el peso mexicano logró mantenerse firme frente al dólar. De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el tipo de cambio cerró el viernes en 18.9396 pesos por dólar, lo que representó una apreciación semanal de 0.87 por ciento. Con ello, la moneda mexicana acumuló dos semanas consecutivas de ganancias, sumando un avance de 2.4 por ciento.
Felipe Mendoza, analista de mercados financieros y divisas de ATFX Latam, destacó que el peso continúa mostrando fortaleza frente a otras monedas emergentes. “Consolidando su posición como una de las monedas emergentes más fuertes en medio de un entorno internacional cada vez más hostil, lo cual es un aspecto relevante en la coyuntura actual”, señaló.
Bolsas cierran la semana a la baja
En contraste, los mercados accionarios registraron retrocesos. En Estados Unidos, los principales índices cerraron con caídas ante el aumento en la aversión al riesgo. El Nasdaq retrocedió 0.63 por ciento, ubicándose en 19,406.83 puntos. El S&P 500 bajó 0.39 por ciento, a 5,976.97 unidades, mientras que el Dow Jones cayó 1.32 por ciento, para cerrar en 42,197.79 puntos.Las pérdidas también se reflejaron en el mercado bursátil mexicano. El S&P/BMV IPC, principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores, finalizó la semana con una baja de 1.1 por ciento, cerrando en 57,438.57 unidades. En tanto, el índice FTSE-BIVA de la Bolsa Institucional de Valores retrocedió 1.03 por ciento.
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