El mercado internacional del azúcar en bruto registró el lunes una fuerte caída, con precios que tocaron su nivel más bajo en cuatro años. La cotización se ubicó justo por debajo de los 16 centavos de dólar por libra, una baja que generó preocupación entre productores y comerciantes.
De acuerdo con analistas, esta disminución responde a una combinación de factores, entre ellos el fortalecimiento del dólar estadounidense, la moderación en la demanda de países importadores clave y el aumento en los suministros globales. Sin embargo, el principal detonante del movimiento bajista fue el sorpresivo incremento en la producción de azúcar en Brasil, reportado por Unica, la asociación que agrupa a la industria azucarera del país.
Unica informó que durante la segunda quincena de mayo, la producción de azúcar en la región Centro-Sur de Brasil alcanzó los 2.95 millones de toneladas, un aumento interanual del 9 por ciento. Este crecimiento fue impulsado principalmente por un mayor volumen de caña de azúcar procesada, del cual cerca del 52 por ciento se destinó específicamente a la producción de azúcar. En el mismo periodo del año anterior, ese porcentaje era de poco más del 48 por ciento.
Este incremento en la proporción de caña destinada al azúcar, frente a otros usos como la elaboración de etanol, fue atribuido en parte a la baja en los precios del petróleo. Según explicó Carsten Fritsch, analista de materias primas de Commerzbank AG, “al parecer, el bajo precio del petróleo había hecho que la producción de etanol fuera menos atractiva (en 2025), por lo que los ingenios azucareros se centraron cada vez más en la producción de azúcar”.
No obstante, un corredor del mercado atribuyó la posterior recuperación parcial de los precios a una disminución del 4 por ciento en el contenido de azúcar de la caña, en comparación con el año anterior, lo que moderó el aumento en el volumen final producido.
De acuerdo con Invezz, pese al repunte parcial observado hacia el final del lunes, los precios en el Intercontinental Exchange aún mostraban una caída de más del 1 por ciento al momento de escribirse esta nota ayer martes.
Fritsch agregó que parte del rebote podría tratarse de una corrección técnica: “En nuestra opinión, es más probable que se trate de un rebote tardío tras la anterior caída de precios”. El analista también señaló que las posiciones cortas netas de los especuladores, que habían resurgido a principios de junio tras más de tres meses sin presentarse, continuaron expandiéndose durante la última semana reportada.
“Esto significa que es probable que muchas noticias que amortiguan los precios ya se hayan descontado, lo que debería limitar un mayor potencial a la baja”, concluyó.
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