El Banco de México redujo a 0.1% su estimación media de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de este año, por debajo del 0.6% que había proyectado en febrero. De acuerdo con su Informe Trimestral, el desempeño de la economía podría fluctuar entre una contracción de -0.5% y una expansión de hasta 0.7%.
Este nuevo rango también incorpora una mayor probabilidad de contracción respecto al escenario anterior, cuando preveían un mínimo de -0.2% y un máximo de 1.4%.
De acuerdo con El Economista, durante la presentación del Informe, la gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez Ceja, afirmó que estas estimaciones no representan una recesión, aunque reconoció debilidad económica persistente. “Se ha observado un debilitamiento de la economía por varios trimestres, persiste la debilidad y esto se está dando en un entorno complejo donde la incertidumbre por las medidas arancelarias podría haber afectado el comportamiento de los agentes económicos en este periodo e incidir en las decisiones que toman de inversión y consumo”, expuso.
Rodríguez Ceja enfatizó que lo previsto es “atonía para la actividad económica en este año, pero no se trata de una recesión”.
Por su parte, el subgobernador Jonathan Heath también descartó que el país esté próximo a una recesión. “No estamos necesariamente cerca de una recesión (…) la economía por ahora está estancada; aparentemente puede seguir estancada por un rato y ojalá que empiece a revivir un poco pero realmente no estamos ahorita en una recesión”, señaló.
El subgobernador Gabriel Cuadra indicó que en 2024 se presentó una desaceleración económica después de un 2023 resiliente. “Ahora en el 2025 estamos estimando un comportamiento cercano a cero, con una economía estancada y un balance de riesgos a la baja donde el posible resultado podría ser una contracción mayor”, precisó.
Factores externos y consolidación fiscal influyen en la previsión
Entre los elementos que influyen en la baja previsión de crecimiento, Banxico consideró el debilitamiento de la economía de Estados Unidos como resultado de la imposición de aranceles, así como los efectos de la consolidación fiscal que está teniendo lugar en México.
Sobre este último punto, el informe indica que “se sigue esperando que ésta limite la contribución del gasto público a la actividad en el 2025, si bien su consecución propiciaría un mayor crecimiento en el mediano plazo”.
Además, Rodríguez Ceja señaló que “se anticipa que la estimación puntual de la brecha del producto se amplíe en terreno negativo a lo largo del 2025”.
En cuanto a los riesgos que podrían afectar aún más el desempeño económico, Banxico identificó seis factores a la baja:
- La intensificación del actual ambiente de incertidumbre.
- Un menor crecimiento de lo esperado para la economía de Estados Unidos.
- Que se materialicen episodios de volatilidad en los mercados financieros.
- Un escalamiento de conflictos geopolíticos.
- Un mayor efecto sobre la actividad económica de la consolidación fiscal.
- Fenómenos meteorológicos que impacten adversamente en la actividad económica nacional.
Proyecciones para 2026 también se ajustan a la baja
Banxico también redujo su previsión de crecimiento económico para 2026. Se estima ahora un avance puntual de 0.9%, menos de la mitad del 1.8% previsto en febrero. El nuevo rango proyectado va de 0.1% a 1.7%, inferior al estimado previamente entre 1% y 2.6%.
El informe señala que los factores de confianza empresarial en los sectores de la construcción, comercio y servicios privados no financieros han disminuido, ubicándose por debajo del umbral de los 50 puntos. También se reportó una reducción en el valor de las importaciones no petroleras durante el primer trimestre e inicios del segundo, atribuida a menores compras de bienes de consumo, intermedios y de capital.
Menor creación de empleos prevista
En línea con el panorama de menor crecimiento, Banxico ajustó a la baja sus estimaciones sobre la creación de empleo. Para 2025, prevé una variación anual de entre 110,000 y 290,000 plazas laborales, frente al rango de 220,000 a 420,000 que había proyectado en febrero.
Para 2026, la expectativa es de entre 270,000 y 470,000 nuevos empleos afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una cifra inferior al pronóstico anterior, que iba de 360,000 a 560,000 plazas.
Durante la conferencia, Rodríguez Ceja reiteró que la ampliación de la brecha del producto en terreno negativo está en línea con la debilidad de la actividad económica, lo cual podría generar presiones a la baja sobre la inflación.
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