En medio de una crisis hídrica sin precedentes, Sinaloa, conocido como el granero de México, atraviesa una severa sequía que ha mermado significativamente su capacidad agrícola. Con el sistema de presas operando apenas al 30% de su capacidad de conservación, el estado se ve obligado a reducir drásticamente la siembra de maíz para el ciclo otoño-invierno 2023-2024.
El Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable (CEDRS) ha aprobado la siembra de 670 mil 313 hectáreas, lo que representa una disminución del 9% en comparación con el año anterior. Dentro de esta reducción, el maíz blanco, uno de los cultivos más emblemáticos de la región, sufrirá una considerable disminución de 196 mil 904 hectáreas.
Esta notable disminución en la siembra del maíz blanco tendrá consecuencias considerables. Se estima que la producción se reducirá en alrededor de 2.5 millones de toneladas, una cifra alarmante si se compara con las 6 millones de toneladas cosechadas en el ciclo anterior.
El impacto económico de esta situación se hará sentir especialmente en el precio de las tortillas, un componente esencial de la dieta mexicana. La escasez en la oferta de maíz se traducirá inevitablemente en un incremento de los costos para los consumidores.
Sin embargo, no todo es desalentador. Algunos cultivos están experimentando un aumento en su superficie de siembra. El garbanzo lidera esta expansión con 60 mil 968 hectáreas adicionales, seguido por el frijol, cártamo, sorgo, caña de azúcar, maíz amarillo y papa.
Por otro lado, cultivos como el trigo y la alfalfa también se ven afectados por la falta de agua, con reducciones de 23 mil 461 y 1 mil 177 hectáreas respectivamente.
Es importante destacar que la decisión del CEDRS llega tres meses después de haber iniciado el ciclo otoño-invierno 2023-2024. Hasta ahora, el avance en la siembra ha alcanzado el 51% de lo aprobado, cubriendo 340 mil 115 hectáreas.
Esta situación en Sinaloa es un claro recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas y la urgente necesidad de buscar soluciones sostenibles para la gestión de los recursos hídricos y agrícolas.
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