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Desafíos climáticos y cambios fiscales: El futuro incierto de la industria azucarera

En un giro significativo para el sector azucarero, el líder de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar (UNPCA) ha anunciado reformas fiscales trascendentales para los productores de caña. Este avance, fruto de intensas negociaciones con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y Raquel Buenrostro, líder del Servicio de Administración Tributaria (SAT), conlleva la exención del impuesto sobre la renta (ISR) para productores con ingresos anuales menores a 900 mil pesos.  

Esta decisión contempla a aquellos productores cuyos ingresos habituales se ven mermados hasta en un 50%, una situación que los obliga a buscar fuentes de ingreso adicionales para mantener su economía familiar.  

Próximamente, se publicará en el Diario Oficial de la Federación esta medida fiscal, que beneficiará también a las sociedades de producción rural, previamente clasificadas como empresas, liberándolas del pago del ISR. Se incluye, además, un esquema para la devolución del 1.25% del ISR recaudado a productores de caña a nivel nacional.  

Luis Carlos Pérez Balderas, destacado dirigente cañero, enfatizó que esta resolución atiende las preocupaciones de aquellos productores a quienes se les pretendía cobrar hasta un 34% de ISR por contar con ingresos adicionales.  

Por otro lado, la cosecha de caña 2023-2024 se enfrenta a retos climáticos. Eduardo Martínez Morales, secretario general de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar del Ingenio Plan de Ayala (IPA), informó en una entrevista con Telediario Cambio Digital que las recientes precipitaciones, resultado del frente frío 13, han pospuesto el comienzo de la zafra hasta el 25 de diciembre.  

Las lluvias han dejado los campos en condiciones no aptas para la cosecha y transporte de la caña, forzando la reprogramación de las primeras quemas, inicialmente previstas para el 17 de diciembre, con miras a comenzar la zafra en la nueva fecha estipulada.  

Estos acontecimientos destacan la intrincada relación entre los factores climáticos y económicos y su impacto en la industria azucarera. Subrayan, además, la necesidad de adaptaciones en políticas fiscales y prácticas agrícolas para garantizar la sostenibilidad del sector.

De Pulso y Telediario Cambio Digital

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