• lun. Abr 29th, 2024

Escasez y abundancia: El delicado equilibrio del almacenamiento de agua en las presas de uso agrícola en México

En el último informe emitido por la Dirección de Soluciones Geoespaciales del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), se revela un panorama actualizado y preocupante sobre el estado de las presas de uso agrícola en el país. Con una disminución notable en la disponibilidad de agua, los números hablan por sí solos: el almacenamiento de agua en estas estructuras vitales ha caído a 34,566.8 hectómetros cúbicos (hm³), lo que representa una baja de 611.1 hm³ en comparación con mediciones realizadas apenas una decena de días atrás y un descenso aún más dramático de 13,486.9 hm³ si lo comparamos con la misma fecha del año anterior, 2023.

El reporte detalla cómo las regiones del país enfrentan esta situación de manera dispar. La región sur-sureste, conocida por su abundancia relativa de recursos hídricos, lidera en términos de almacenamiento con un 44%, contrastando significativamente con la región noroeste, donde el almacenamiento se desploma a un preocupante 13.7%.

La situación de las presas individuales varía ampliamente, pintando un cuadro de incertidumbre para el futuro del riego agrícola en el país. Según los datos recogidos, 58 presas mantienen niveles de agua por encima del 50% de su capacidad total, mientras que 44 se encuentran en una zona intermedia, con almacenamiento de entre 20 y 50%. Alarmantemente, 36 presas se ubican por debajo del umbral crítico del 20%.

Dentro de este contexto, dos presas se destacan por su resiliencia: La Vega, en Jalisco, y La Calera, en Guerrero, ambas rozando el 100% de su capacidad. En contraste, las presas Ignacio R. Alatorre y Abelardo Rodríguez Luján, ambas en Sonora, registran los niveles más bajos con menos del 15% de su capacidad. En los últimos cinco años, estas presas no han logrado superar el 50% de su capacidad máxima, subrayando una tendencia preocupante de escasez.

Un caso que invita al optimismo es el de la presa Agostitlán en Michoacán, que ha visto un impresionante aumento en su almacenamiento del 81% en 2023 al 96% en 2024. Este incremento se atribuye a un aumento en las precipitaciones pluviales durante la tercera decena de febrero de este año, comparado con el mismo periodo del año anterior. Con un promedio de almacenamiento del 86.9% en los últimos cinco años durante esta misma decena, Agostitlán se erige como un ejemplo de cómo las condiciones meteorológicas favorables pueden aliviar, aunque sea temporalmente, la crisis hídrica.

A continuación un panorama detallado de las presas por región, destacando aquellas con los niveles de almacenamiento más alto, intermedio y más bajo.

En la Región Noroeste de México,
la variabilidad en el almacenamiento de agua en presas señala un reto creciente para la agricultura y la gestión del agua. Destaca la presa Aguamilpa Solidaridad en Nayarit, que, pese a una disminución a un 64% de su capacidad, se mantiene como la más alta de la región con 3,703.98 hm³.

En contraste, Sanalona en Sinaloa, con un 29% actual frente a un promedio de 56.8%, refleja una situación intermedia.

La más crítica es Abelardo Rodríguez Luján en Sonora, vacía y lejos de su ya bajo promedio de 3.2%, destacando la urgente necesidad de estrategias de adaptación ante la disminución de recursos hídricos.

En la Región Noreste, el almacenamiento de agua en las presas refleja un espectro de realidades que va desde la resiliencia hasta la preocupante escasez. En Coahuila, la presa San Miguel se erige como un faro de optimismo, mostrando un impresionante 96% en su capacidad actual, lo que representa un incremento de 11.6 puntos porcentuales sobre su promedio de los últimos cinco años, con un almacenamiento de 20.38 hm³. Esta presa encarna la capacidad de algunas áreas para superar las expectativas históricas y adaptarse eficazmente a los desafíos actuales.

Por otro lado, en un nivel intermedio pero aún crítico, la presa Francisco I. Madero en Chihuahua reporta un 33% de su capacidad, marcando una disminución de 37.7 puntos porcentuales en comparación con su promedio histórico. Con 109.26 hm³ de almacenamiento, esta presa ilustra los desafíos enfrentados por aquellas estructuras que se encuentran en una situación de manejo hídrico más compleja, donde la variabilidad de las precipitaciones y el manejo del recurso afectan significativamente sus niveles.

En el aspecto más alarmante de esta región, la Presa Vicente Guerrero Consumador de la Independencia Nacional, situada en Tamaulipas, enfrenta la situación más desfavorable con apenas un 9.0% de su capacidad actual. Esta cifra representa una disminución de 37.3 puntos porcentuales respecto a su promedio de los últimos cinco años, evidenciando un estado crítico con un almacenamiento de 365.26 hm³. 

La Región Centro-Occidente muestra un contraste significativo en el almacenamiento de agua en sus presas, desde situaciones de relativa abundancia hasta casos de extrema escasez. En Michoacán, la Presa José Ma. Morelos y Pavón sigue destacando con un 94% de su capacidad, simbolizando la gestión eficaz del recurso hídrico.

Por otro lado, en Jalisco, la presa Ing. Santiago Camarena resalta con un 109% de su capacidad actual respecto a un promedio de 115.4% en los últimos cinco años, lo que indica una leve disminución de 6.4 puntos porcentuales, con un almacenamiento de 48.12 hm³. Este nivel de almacenamiento sigue siendo excepcionalmente alto, demostrando la capacidad de algunas áreas para mantener o casi mantener sus promedios históricos a pesar de los desafíos climáticos y de demanda.

En un nivel intermedio, también en Jalisco, encontramos a la presa Santa Rosalía, que muestra una capacidad actual del 32.5% frente a un promedio de 31.8%, ligeramente por encima de su desempeño histórico con un aumento de 0.8 puntos porcentuales y un almacenamiento de 0.10 hm³. Este caso ilustra una gestión hídrica que logra mantenerse en equilibrio, enfrentando las variaciones climáticas sin caer en niveles críticos.

Desafortunadamente, el escenario más crítico se observa en Michoacán con la presa De Gonzálo, que alcanza apenas un 1% de su capacidad, marcando una dramática caída de 45.2 puntos porcentuales por debajo de su promedio de 46.2%, y un almacenamiento de 0.10 hm³. Paralelamente, en Guanajuato, la presa Peñuelitas comparte una situación igualmente alarmante con también un 1% de su capacidad, lo que representa una disminución de 38.1 puntos porcentuales respecto a su promedio de 39.1%, y un almacenamiento de 0.14 hm³. Estos casos resaltan los severos desafíos de escasez de agua que enfrentan ciertas áreas.

En la Región Centro, la presa La Calera en Guerrero se destaca superando su promedio con un 101% de almacenamiento, un faro de esperanza.

La situación intermedia la representa La Concepción, en México, con un 48% de su capacidad.

Por otro lado, la presa Vicente Aguirre en Hidalgo, con apenas un 5% de su capacidad, simboliza la lucha constante contra la escasez de agua en la región.

En la Región Sur-Sureste, Chiapas alberga la presa Dr. Belisario Domínguez (La Angostura), con un 48% de almacenamiento, destacando en una región generalmente mejor situada. 

La presa Juan Sabines Gutiérrez, también en Chiapas, representa una capacidad intermedia con un 82%. 

Mientras tanto, la presa Presidente Benito Juárez en Oaxaca, con un alarmante 36%, resalta la variabilidad y los desafíos del almacenamiento de agua en esta región vital.

Este panorama regional refleja una complejidad en el manejo y almacenamiento del agua en México. Para más información, mira el reporte completo: Boletín informativo de almacenamiento en presas de uso agrícola

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